Importancia del secado correcto de la madera
El secado de madera es una de las tareas más importantes a la hora de trabajar con esta materia prima. Secados defectuosos garantizan trabajos defectuosos debido a que si se trabaja con madera que aún tiene gran cantidad de agua y así se termina el proyecto de carpintería, con el tiempo la madera perderá ese exceso de humedad, lo que contraerá el material y esto ocasionará, entre otras cosas, deformaciones o torceduras de las piezas de madera, contracción de la madera (se vuelve más pequeña), grietas, exudaciones de la madera, desacople de los ensambles (sin importar cómo se estos se unieron: clavos, pegamento, tornillos, etc.), arruina el acabado final del proyecto, etc. En caso contrario, si para un proyecto a realizar se utiliza madera completamente seca (<20% o a 12% de humedad), es improbable o muy poco probable que ocurran esos defectos ya mencionados cuando se usa madera húmeda, por tanto, será un artículo más duradero, estable y resistente.
“La madera constantemente trabaja”
La madera es un material natural que se ve alterado por las condiciones ambientales a las que está sometido. Puede verse afectada tanto por seres vivos (hongos, insectos, etc.) como por factores estrictamente ambientales como la temperatura, el sol o la humedad ambiental. Lo primero que tenemos que entender es que la madera es un material higroscópico. En el ámbito de la carpintería se habla de que “la madera trabaja” o que “la madera sigue trabajando” aún después de haberla trabajado y/o terminado el proyecto. Esto se debe a que la madera absorbe o desprende humedad ante variaciones en humedad ambiental, debido a la capacidad higroscópica de la madera. Si la humedad ambiental aumenta, la madera absorberá humedad, o si se reduce (por debajo del contenido de humedad de la madera), la madera eliminará parte de su humedad interna hacia el ambiente. Como efecto o consecuencia de estos cambios de absorber o expulsar humedad, es que la madera se va a expandir (aumentará su volumen), o se contraerá (disminuirá su volumen). Pero, si se mantiene en un lugar seco y estable respecto a los cambios ambientales de humedad, la madera sufrirá pocos cambios físicos, se mantendrán todas sus propiedades, inclusive mejorará la adherencia del pegamento que se podría utilizar para unir las piezas en un trabajo de carpintería, también mejora el efecto de acabado final.
La humedad (interna o externa a la madera) es uno de los principales factores que alteran la madera, lo que a su vez afecta directamente otras de sus características, como la densidad, volumen, resistencia, durabilidad, elasticidad, peso, etc.
También es importante mencionar que no es bueno secar muy rápido la madera, ya que si se seca demasiado rápido, la pérdida rápida de la humedad provocará que la madera se agriete y que se deforme, principalmente en sus extremos. Dependiendo de las condiciones y características de la madera en ese proceso, las grietas pueden abarcar cualquier parte de la pieza de madera, parcial o totalmente toda su superficie). Esto aplica tanto para un proceso de secado rápido de la madera como para las situaciones en que la madera se traslada a una ubicación con un contenido de humedad ambiental muy diferente a donde previamente se tenía o que se tenga almacenada en un solo sitio pero existan cambios bruscos y frecuentes de humedad ambiental.
De forma generalizada para cualquier tipo de madera, se considera que, por cada pulgada de espesor, se requiere un año de almacenamiento para el secado completo de la pieza. Por ejemplo, una tabla de madera podría secarse entre seis meses o un año, y una pieza mucho más grande y gruesa podría tardar varios años en secarse.
Almacenamiento adecuado de la madera
Durante el almacenamiento, llegará un momento en que la madera alcance un punto de equilibrio de humedad entre el agua que la madera tiene y la humedad ambiental. Obviamente, no es posible mantener permanentemente estas condiciones, debido principalmente por los cambios estacionales de la región geográfica y condiciones ambientales particulares del lugar de almacenamiento. Lo que se pretende y se desea es que esas condiciones sean lo más estables posible, que existan pocas variaciones ambientales y que la humedad relativa se mantenga preferentemente <20%. Una forma de hacer esto es construir cuartos especiales donde se controle y mantengan estos parámetros, o buscar un lugar (al aire libre o bajo techo) donde dichas condiciones sean lo más parecido a las condiciones ideales de almacenamiento deseadas.
Teóricamente, la mejor forma de almacenar la madera, independientemente de que el secado se realice por procesos naturales o artificiales, es que:
- Se mantenga en un sitio, con pocas variaciones ambientales, principalmente de calor y humedad.
- Que el sitio de almacenamiento tenga y mantenga un contenido de humedad mínimo, preferentemente <20% de humedad relativa, y con corrientes de aire fresco.
- Se mantenga de forma segura, es decir, estable y con pocas posibilidades de que se caiga por alguna razón. Evitando así accidentes y que la madera se dañe.
- Cada pieza colocada de forma horizontal, se estibe usando separadores o espaciadores para crear espacios en las piezas y permitir la circulación de aire entre las piezas. Cada estiba o pila de madera debe mantener un espaciado uniforme. Cada espaciador debe tener las mismas dimensiones que todos demás, principalmente el grosor, para mantener niveladas las piezas de madera entre sí y evitar se deformen por el peso de las demás piezas si se llegaran a usar espaciadores de diferente grosor; además, en caca nivel de la pila, los espaciadores deben tener la misma distancia entre sí y entre diferentes niveles, los separadores deben tener la misma posición.
- Se almacene de forma ordenada y catalogada según su especie y otras características como sus dimensiones (ej., por polines, tablas, sobrantes, vigas, etc.; y/o por su calidad (maderas finas vs maderas comunes, etc.).
- Sellar los extremos. La madera desprende humedad más rápidamente por sus extremos, lo que puede favorecer la aparición de tensiones y que aparezcan grietas a partir de estos puntos. Sellando los extremos conseguirá un proceso más uniforme. Un par de capas de pintura o barniz de poliuretano serán suficientes.
- Añadir peso a la parte superior de la pila de madera. Es decir, sobre las piezas de madera superiores en la pila o estiba, colocar objetos de gran peso para evitar que dichas piezas se deformen por no tener más madera sobre ellas.
Para el apilado o estibado de la madera existen muchos métodos. La forma más común y conveniente es colocar las piezas de madera de forma horizontal, sin embargo, en determinadas circunstancias, algunos prefieren colocarla casi vertical, apoyada alternadamente sobre caballetes.
¿Cómo determinar el contenido de humedad de la madera?
Desde el corte de los troncos, no todas las maderas presentan un mismo grado de humedad. Hay especies con porcentajes superiores al 130% y otras alrededor de 90%.
El contenido de humedad de la madera se puede calcular como la cantidad o el peso del agua presente en la madera respecto al peso de la madera seca. Esto se pueda pasar a porcentaje (%) que es la forma habitual de reportar el contenido de humedad.
Contenido de humedad = (peso del agua / peso de la madera seca) * 100
Para medir la humedad de la madera se pueden utilizar métodos modernos consistentes en aparatos electrónicos que dan una medición de forma inmediata, o métodos y cálculos tradicionales que se basan en la toma de datos en diferentes momentos para la obtención de un resultado, o una persona, por medio del tacto puede determinar el contenido relativo de humedad (pero esto solo se logra con años de experiencia, y aun así se debe considerar que cada especie maderable tiene su particular capacidad de retención de humedad).
Por diferencia de peso. Se coge una muestra de madera verde y se pesa (peso inicial). Se seca esta madera en un horno, y se vuelve a pesar. El proceso se va repitiendo, bajo unas condiciones determinadas, hasta que el peso se estabiliza (peso final). En este momento se realizan una serie de cálculos y ajustes en función de la especie de madera. Cómo pueden imaginar esta es una técnica de laboratorio, muy poco práctica en el día a día.
Con métodos basados en la resistencia al paso de electricidad (higrómetro de resistencia). Como mencionamos, la madera seca ofrece mayor resistencia al paso de electricidad. Aprovechando esta propiedad, se han desarrollado aparatos que permiten obtener un porcentaje de humedad en relación a la resistencia que ofrece la madera al paso de electricidad. Algunos modelos también incorporar sensores para la temperatura, por tanto, permiten medir tanto la humedad como la temperatura y a estos equipos se les conoce como termo-higrómetros. Las ventajas de estos aparatos son importantes (tecnología no destructiva e inmediatez), sin embargo, no son perfectas ya que siempre existe un sesgo o grado de error en la lectura. Además de existir un porcentaje de error, los cálculos pueden requerir ciertos ajustes según la especie de madera y tan solo miden la humedad de la madera en la zona concreta donde se pincha.